Hace mucho que no escribo y no es por falta de ganas sino de tiempo, y ahora que parece que volvemos a entrar en rutina, pues al lío. Tengo varios restaurantes a la cola y he decidido retomar el blog por uno que conocí en verano y al que desde luego pretendo volver en breve, el restaurante Pink Monkey situado en la calle Monte Esquinza. Es un asiático con influencias peruanas, mexicanas y mediterráneas, vamos una mezcla explosiva. Fui con un grupo pequeño de amigas para celebrar una ocasión especial y el restaurante no nos defraudó en absoluto, comida muy rica y ambientazo.
Decidimos pedirlo todo para compartir, una de nosotras estaba embarazada por lo que todo lo crudo quedó descartado desde un principio. Para empezar pedimos el kebap indonesio con lomo de buey, raita y sweet chili, muy muy rico, diferente a los kebap a los que estamos acostumbrados, muy sabroso.
Unos ricos Baos de pork belly con majado vietnamita.. una manera muy chic de decir bocatas de panceta.. una pasada. la mezcla de la panceta con el pan al vapor y el pepino es muy curiosa y muy rica a la vez.
Dim sum de cangrejo y pollo con soja dulce y vinagre de arroz, me encantan los dim sum , y estos estaban muy muy ricos, en su justo punto.
Los dumpling de carabinero acompañados con un curry rojo hecho por las cabezas de los carabineros, un poco picante pero muy ricos, para los que no toleréis nada el picante, ni se os ocurra, aquí un poco picante en nuestra escala es que pica, no me quiero ni imaginar como son los platos de la doble exclamación.
Por último dos platos dentro de los hits asiáticos reinventados, la presa ibérica lacada con lemongrass y jengibre, que desde luego si vais no os podéis perder. Para mi gusto uno de los mejores platos de la noche.
Y el tataki de lomo de buey con espuma de queso pecorino, causa y rehozuelos shimeji, también muy rico pero al llegar después de la presa ibérica no lució tanto.
En esta ocasión en vez de darnos a los postres nos dimos a unos espectaculares cócteles a cada cual más rico. También tienen sin alcohol.
¿Habéis ido ya al restaurante Pink Monkey? Me gustó mucho, es desde luego un restaurante que domina a la perfeción la fusión y seguro que repito en breve.