Que alegría te llevas cuando descubres un restaurante al que volverías todos los días, es el caso del restaurante Creme delacreme, un pequeño y precioso restaurante, muy bien decorado e iluminado, en la calle Santo Tomé, en el centro, entre los barrios de Alonso Martinez y Chueca.
El restaurante es como diría mi hija «chiquititito» , y super acogedor, pero cuenta con un pequeño reservado, para cenas diferentes o celebraciones especiales.
Eramos un grupo bastante grande de amigas, por lo que pudimos pedir un montón de platos diferentes, estaban todos muy ricos, ningún pero a ninguno de ellos.
¿Qué cena de picoteo no empieza con unas buenas croquetas caseras de jamón ibérico? Y eran caseras de verdad, también nos animamos con el el foie mi-cuit sobre pan brioche y miel de albaricoque, unos bocaditos muy muy ricos.
Mención especial «nuestra versión de la gargouillou«, espectacular, no solo cada verdura estaba en su punto perfecto de cocción sino que todas juntas estaban riquísimas. Y que decir del plato visualmente, precioso.
Como platos fuertes compartimos un plato de carne y otro de pescado, magret de pato con frutas asadas y tataki de atún rojo con setas de temporada y ajo verde. Muy ricos ambos.
Y ya donde nos volvimos locas fue en los postres, como no nos poníamos de acuerdo pues nos liamos la manta a la cabeza y pedimos tres, la maceta de brownie, el coco & violeta y la tarta de zanahoria. Muy ricos y con presentaciones muy cuidadas de nuevo.
En esta ocasión se me escapó el steak tartar porque había un par de embarazadas en el grupo y no era pland e dar mucha envidia, así que tendré que volver «cuando me dejen».
Pedimos un para de botellas de vino blanco, cervezas y refresco y pagamos (habiéndonoslo comido y bebido todo) 40€.
¿Lo conoceís? ¿Os gustó?